¿Sangre de bombilla?
Nos han dado una lección a todos: el que quiera peces, que se moje el culo. Llevamos demasiado tiempo acostumbrados en Huelva a consumir la cultura que nos ponen por delante, a elegir entre lo que hay, un abanico de palo corto sacado en un elevado porcentaje del erario público y sometido a los cánones de la corrección cultural y política. Esta gente, entre cerveza y cerveza a las puertas del Prokope, ha decido poner en marcha otra cosa. Distinta, un poco amorfa y hasta cutre. Se llama Sangre de bombilla, y me gustaría que trajera un poco de aire fresco. Dicen que van a programar cine, teatro, literatura, música y hasta arquitectura. Habrá que verlo, pero de momento vamos a confiar en ellos. Me parece estupendo. En la ciudad hay lugar para todo y para todos. Sólo es cuestión de que cada uno encuentre su sitio. Y para eso, hay que empezar por buscarlo. PD: Sangre de Bombilla presenta su primera actividad este miércoles. En el Bar 1900, a las ocho de la tarde proyectan Viaje a la