La estrategia china


Sé que lo que voy a contar puede poner en peligro mi vida. Probablemente acabe en una isla perdida del Pacífico jugando a la play con Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, ocultos él de las pesquisas de Interpol y yo de las del servicio secreto chino, que es tan secreto que nadie sabe ni su nombre.

Y es que he descubierto el plan inconfesable con el que China pretende dominar el mundo. Al principio, sólo eran sospechas, indicios. Una tienda de veinte duros por aquí, zapatos a tres euros por allí... Pero ya estoy seguro: la estrategia oculta puesta en marcha por los chinos consiste en invadir nuestra vida de objetos que se estropean para, de esa forma, hacer de Europa un gran vertedero.

Paragüas que se desarman con el agua, juguetes que se rompen con el juego, rotuladores que no pintan, radios que no aguantan ni lo que le duran las pilas, tierra para las macetas que impide que crezcan las plantas, destornilladores que descabezan los tornillos, ropa de un sólo uso... las pruebas se acumulan.

Los expertos llevan años alertándonos sobre el poder emergente chino. Pero el peligro no procede de una estrategia económica o comercial. El problema no es que al producir más barato hundan los precios y destrocen a la competencia, a los fabricantes europeos. Es una estrategia mucho más sútil: hundirnos en nuestra propia mierda.

Comentarios

  1. En 1887, el veterinario e inventor escocés, John Boyd Dunlop, desarrolló el primer neumático con cámara de aire para el triciclo que su hijo de nueve años de edad usaba para ir a la escuela por las calles bacheadas de Belfast.Y hasta hoy. Aparte de internet, hemos avanzado en detalles minúsculos. No estoy diciendo que la tecnología no haya avanzado, lo que digo es que el mercado lleva años estancado tecnológicamente. Ese estancamiento es lo que provoca que cada vez sea todo más pequeño, más barato, y más perecedero, pero no distinto. Empezamos nosotros. Hasta en eso se han copiado.

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