La plaza de las Monjas
La primera vez que vine a Huelva fue con 14 años. Vine en el Damas, toda una aventura, a ver a mi también primera novia. Me bajé en la estación de la avenida de Portugal y cogí un taxi: "A la plaza de las Monjas, por favor". El hombre se dio la vuelta y me miró asombrado. Insistí y me llevó en la carrera más corta que un taxi haya hecho nunca.
Mientras esperaba a la moza en cuestión, me entretuve mirando la plaza. Su templete, sus palmeras, sus farolas, su fuente y sus bancos. Me pareció bonita, a secas, lo suficiente.
El caso es que el destino hizo que años más tarde echase aquí raíces. Trabajo, novia, casa, mujer, hijos, amigos... Y mientras mis raíces iban escarbando el suelo de esta ciudad, la plaza de las Monjas también se fue remozando. Arreglaron el templete, cambiaron la fuente, cambiaron el suelo... Después llegaron las columnas de colores, los maceteros redondos, la hicieron casi peatonal y construyeron ese bar... en fin.
Esa es la plaza de las Monjas de hoy. Ya no la reconozco en aquella imagen que guardo de cuando tenía 14 años y la cara llena de granos por motivos que no vienen al caso, pero me gusta. A secas. Lo suficiente. Mañana vuelve a cambiar. Fuera columnas de colores, fuera maceteros y, si hace falta, fuera fuente. Parece ser que Colón necesita urgentemente un sitio preferente en Huelva para mayor gloria del hombre con gafas y traje azul al que la estatua apuntará con el dedo.
Sólo tengo una cosa muy simple que decir: el Colón ese en la plaza de las Monjas me parece la horterada más grande que se ha hecho en Huelva en los últimos años.... y han sido muchas.
ResponderEliminarmucho traje azul, hay en Huelva. Que antaño solo fue, sencillamente marinera, con chalequillo corto, que no del Rocio y boina o gorra.
ResponderEliminaryo he propuesto que los dos póster de acero inoxidable, discotequeros, lo pongan en la barriada de navidad. Por aquello de dar color a la zona.
un abrazo, semichoquero.
No estaría mal, Pedro, aunque, la verdad, yo las habría dejado donde estaban.
ResponderEliminarLo que va a hacer el alcalde es un ejemplo más de cómo se va cargando el patrimonio de Huelva poco a poco con actuaciones de medio pelo cuando no, que es casi siempre, simplemente horteras. A mí me parece que mientras la Diputación restaura con todo el gusto del mundo el viejo hotel París consiguiendo un edificio de uso PÚBLICO de los más interesantes del centro, el Ayuntamiento coloca un pegoste inmundo y bananero en todo el centro de la ciudad. He dicho
ResponderEliminarMe gusta la idea de los postes discotequeros en la barriada de la Navidad
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